viernes, 12 de noviembre de 2010

Volando voy.

Ya se sabe que en el mundo de la Hostelería se busca conseguir aquel extra o plus que haga distinguir un establecimiento de otro, concepto más agudizado, si cabe, en el marco actual de crisis económica, en el cual se miran con lupa las ofertas de hospedaje.

En este contexto,en España, la "Hacienda de Orán", en Utrera (Sevilla) nos ofrece la posibilidad de llegar hasta ella en nuestra propia avioneta o ultraligero, ya que entre sus múltiples servicios cuenta con una pista de aterrizaje de hierba de 540 metros de longitud, apta para aparatos ligeros (coordenadas N 37º, 11´, 59¨ W 05º, 52´, 51¨ ).


(Hacienda de Orán)

A otro nivel y en el plano internacional, no es raro encontrar establecimientos de lujo que cuenten con pistas privadas de como el Barceló Tambor Beach***** en Costa Rica, el Horseshoe Bay Resort Marriott (Texas Hill), o el Hotel Las Alamandas Resort en Costalegre, México, que cuenta con una pista pavimentada de 1.100 m metros utulizable por aparatos como el Grumman 1 o Grand Caravan y, en genral, aparatos de menos de 7.600 Kgs.

Sin duda, exclusividad al máximo en Hoteles de lujo acostumbrados a acomodar a pasajeros de alto standing que solicitan la comodidad y anonimato de estos servicios de los cuales no podemos disfrutar el resto de los mortales.

En un sentido más "doméstico", no es raro en los Estados Unidos encontrar urbanizaciones cerradas cuyos usuarios comparten una pista de aterrizaje a la que pueden acceder desde sus propios domicilios, lo que les permite un uso discrecional de sus aeronaves.

(Domicilio de Jonh Travolta)

(Urbanización y pista privada)

Existen en dicho país empresas especializadas en este tipo de ofertas inmobiliarias, entre las que cabe destacar a Jumbolair Aviation Estates como una de las más conocidas en este mundillo aeronaútico, e
xistiendo la posibilidad de alquilar hangares y pistas como la de la siguiente imagen:

Por supuesto, si las humildes dimensiones de tu parcela no te permiten disponer de una pista como la anterior siempre puedes pensar en un pequeño helipuerto en el que el tamaño no debe ser un gran obstáculo, otra cosa será que puedas disponer de un pequeño aparato y, además, mantenerlo, tanto por consumos como por mantenimiento.

Así ocurre en Brasil, siendo Sao Paulo la ciudad del mundo con más helicópteros privados, cuestión que es fácilmente explicable por su gigantismo, su economía emergente, y, claro, su caótico tráfico rodado y la necesidad de seguridad de los adinerados usuarios de estas aeronaves, que evitan actos de delincuencia de los que, por desgracia, son objetivo en dicha ciudad.

Realmente se trata de un enjambre de aparatos estimados en más de 2.000 los que surcan diariamente los cielos de la capital brasilera, un monstruo con más de 2.500 rascacielos muy próximos entre sí.

En este sentido, existen en dicha ciudad bastantes empresas de Helitaxis cuya función es clara, dividiéndose la ciudad en "pasillos aéreos" por los que, en teoría, deben desplazarse sin salirse de ellos.

(Rastros de luz en la noche de Sao Paulo producidos por el vuelo simultaneo de 7 helicópteros)

Yo por si acaso, ya me he apuntado el telefóno de la empresa americana que realiza pistas privadas, ¿quién sabe?, la lotería primitiva es una posibilidad (por no decir la única).


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