sábado, 18 de diciembre de 2010

Pérdida del rotor de cola = sudores.

Los helicópteros que presentan un único rotor central vienen provistos de un rotor en la cola, que no es más que otra hélice de menor tamaño que la principal y que al contrarrestar la potencia generada por esta última permite la estabilidad del aparato. El piloto, a través de los pedales, regula el paso de este rotor y puede, gracias a ello, rotar sobre la vertical, con lo que dicha maniobra le permite controlar la dirección.

Por tanto, es fácilmente comprensible lo que ocurre cuando la misma sufre un paro por avería o pérdida de tracción.

Hablamos en estos casos de "pérdida del rotor de cola", que en manos de un piloto con gran pericia puede acabar en una toma dura, es decir, una caída más o menos controlada impactando sobre los patines o ruedas del aparato pero que puede ser muy grave si se produce desde gran altura.

No obstante, en el vídeo que os muestro si podemos hablar de una "Pérdida" real de dicho rotor y de parte de la cola, seguramente debida a problemas estructurales ya padecidos por la cédula y acrecentados por unas vibraciones que pueden ser apreciadas antes de que ocurra el desastre.

Mejor, verlo:


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