martes, 26 de julio de 2011

Si no puedes comprarlo, hazlo tú mismo.

Y eso mismo es lo que ha hecho Liu Chun Sheng, un trabajador chino que, ni corto ni perezoso, se ha fabricado su propio convertiplano al estilo Osprey.

Se trata de una miniaeronave capaz de despegar verticalmente para, una vez en el aire, rotar sus ejes y pasar a vuelo horizontal, en una maniobra que es realmente complicada técnicamente, por lo que Chun aún se encuentra en período de pruebas.

La carcasa de su aparato está construida con tubos de acero soldado y aluminio y, de momento, sólo ha conseguido despegar del agua (superficie elegida por el creador de este aparato) unos escasos metros, por lo que parece que la conclusión de este proyecto dista mucho de finalizar, si es que realmente lo consigue.

En cualquier caso, aquí dejo estas imágenes como muestra del tesón y la voluntad de un hombre que está dispuesto a enfrentarse a un número ingente de problemas y dificultades en el intento de consecución de un sueño difícil de alcanzar:










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