jueves, 17 de noviembre de 2011

Por fin, algo de acción.

Este año, como he sido un chico muy bueno, me han regalado por mi cumpleaños una gran experiencia: una hora de simulación en el Dutifri Flight Sim Center de Barcelona. Concretamente, y de los diversos simuladores que poseen elegí el de el Beechcraft Baron B-58:

En dichas instalaciones, además, existe una Consola Cr-12 y un fantástisco simulador del Boeing 737-800NG:


La clase se tomó a las 16:00 h. del Viernes 19 de Agosto en las instalaciones del Dutifri sitas en la Gran Via de les Corts Catalanes, 774 de Barcelona:


La experiencia comienza con un primer acercamiento a las indicaciones básicas para conocer cuáles con los mandos, indicadores y controles adecuados para una primera clase muy,muy básica: motores, potencia, flaps, luces, trenz aterrizaje, mezcla, horizonte artifical e indicadores de velocidad, descenso, potencia del motor, brújula y otras breves indicaciones del diverso equipamiento del simulador pero que, lógicamente, al tratarse de un primer vuelo de 1 hora de duración, no dará tiempo ni a utilizarlo ni a ser asimiliado por parte del alumno.






Una vez comprobado que hay pista libre de obstáculos y autorizados a despegar, enfilamos por la pista elegida para el despegue, la 25 R del Aeropuerto de Barcelona-El Prat y procedo al delicado momento de meter potencia, alcanzar velocidad de despegue y tirar para subir morro hacia las alturas en un procedimiento que fue más fácil de lo imaginado, en gran parte (y sobre todo) a la labor de Oriol, el instructor que me impartió esta clase y al que le agradezco su exquisito y amigable trato, mucho más que correcto y además muy divertido.


Superado el trance (obsérvese la cara de circunstancias del momento previo en la foto anterior), realizé una serie de vuelos por la ciudad y la costa de Barcelona, la Seu de Urgell y haciendo un despegue desde el aeropuerto de Talavera, esto a petición mía.






Realizadas estas "operaciones" con bastante acierto, según mi instructor, me apresté a volver al duro suelo mediante diversos aterrizajes. Debo decir que nunca fue más duro el mismo ya que aunque uno de ellos no estuvo mal, los siguientes dos o tres podrían calificarse como exitosos si tenemos en cuenta que la grua no vino a llevarse el aparato, pero casi.






Y hasta aquí lo que dió de sí lo que fué una hora que pareció mucho más corta por lo excitante y envolvente de la situación. Es una experiencia altamente recomendable para cualquiera, pero imprescindible si eres un "piloto frustrado" y amante de este maravilloso mundo que se encuentra en las alturas.

No puedo dejar de recomendar el disfrute de esta experiencia en el Dutifri Flight Sim Center de Barcelona , dotado del mejor equipo material y humano.

Volveré para incrementar mis conocimientos y seguir experimentando ese sudor frío y la excitación interior que se acrecienta cuanto más se permanece allí, en el cielo, aunque sea virtual.



Nota: Es recomendable contactar con el Centro obtener cita previa.

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