viernes, 15 de junio de 2012

Volar es un lujo, si quieres (y puedes).

Y ,por supuesto, no me refiero a las aerolíneas comerciales low-cost que han traído, entre otras cosas menos gratificantes, la posibilidad de volar a precios muy bajos.

El lujo es volar como lo hace Donald Trump en su último B-757, y si no juzgad por vosotros mismos:





Bueno, nos queda la posibilidad de atraparlo en algún spotteo muy, muy afortunado.





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