domingo, 23 de febrero de 2014

El avión del Tibidado.

El Tibidado es, con 512 metros,  la cima más alta del Parque de Collserola que en su cúspide alberga diversas y variadas construcciones; entre otros, y por citar algunas: el Templo Expiatorio del Sagrado Jesús, la Torre de Collserola, que es en realidad una antena de telecomunicaciones o el emblemático Parque de Atracciones de igual nombre "El Parque de Atracciones del Tibidado".

Aprovechando la privilegiada situación que le permite ser un balcón abierto a la metrópolis ofreciendo una vasta panorámica de la ciudad Condal que por sí sola ya merece la visita cuenta además con interesantísimas atracciones tanto actuales como pretéritas, destacando en estas últimas el Museo de Autómatas, la Atalaya o la que es protagonista de esta entrada: El Avión del Tibidabo.

Esta atracción, que se ha convertido en el emblema del Parque,  se encuentra en el nivel 6 "Camino del Cielo" que es el más elevado del Parque a unos 500 metros de altitud sobre el nivel del mar, donde pende de una grúa alrededor de la cual gira por el movimiento de su propia hélice,  que rotaba en su momento por el impulso de un motor diésel sustituido en su día por uno más moderno de tipo eléctrico.

Se construyó por los Talleres Estrada de Sarriá y fue inaugurada en 1928. Es una escala real del Rohrbach Roland, que fue el primer avión que voló en Iberia  (su primer trayecto un vuelo Barcelona/El Prat-Madrid/Carabanchel).



Aunque originariamente de color amarillo, diversas reparaciones y remodelaciones posteriores nos han dejado el rojo que es ahora su color. Hoy día aún muestra en su interior piezas originales de las que se le dotó en su inauguración.

Un auténtico "dinosaurio" de las atracciones que ha sabido resistir el paso de tiempo, sino incólume, si de manera admirable, sobre todo gracias a la magnífica labor de mantenimiento a la que se le somete por el personal y responsables de este maravilloso Parque que os animo a visitar para poder disfrutar personalmente de sus innumerables encantos; a buen seguro que no vais a salir defraudados.

Como dijo en su día su creador, el Dr. Andreu (conocido sobre todo  por su famosas pastillas para la tos que hoy sigue vendiendo una importante multinacional farmacéutica) esta atracción "os transporta como un gigantesco pájaro sobre una panorámica increíble y notaréis las sensaciones que se producen en los viajes aéreos"

No podemos evitar cierta sonrisa al extrapolar esa frase a esta época en la que los "viajes aéreos" ya no producen tanto asombro, más bien se ha vuelto las tornas y lo que podemos disfrutar es la delicia de un viaje en el tiempo a lomos de este Ave Fénix que gira y gira en un eterno vuelo sobre Barcelona.












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