viernes, 16 de enero de 2015

RIATT 2014 (I de X)


El año 2014 se me planteó la posibilidad de realizar durante el mes de Julio-2014 una tournée por el Reino Unido visitando el Flying Legends, el Royal International Air Tattoo (RIATT para los amigos) completando con un par de días de spotting en Heathrow, eventos de alguno de los cuales ya he compartido detalles con todos vosotros.


Ahí es nada, casi todos los sueños de una vida de aerotrastornado podían llegar a convertirse en realidad de golpe y con la mejor compañía:  Socios de Aire  duchos en estas lides amen de buenos amigos y reconocidos “trasegantes” de las mejores pintas, que más se podía pedir.

                Por supuesto, me puse a ello y muy despacio (como suele pasar el tiempo cuando deseas algo con ahínco) los planes se fueron tornando hechos y llegó el ansiado día de viajar a la Pérfida Albión reconvertida ahora en objeto de deseo desembarcando (escalerilla mediante) el Viernes 11 de julio las primeras oleadas de invasores naranjas (el color de la Asociación Aire) ya que había planificaciones diversas en función de las posibilidades de cada uno existiendo algunos planes “cortos” y el “largo” que fue el que afortunadamente yo y cuatro socios más pudimos disfrutar y que comprendía desde dicho Viernes hasta la vuelta el Miércoles 16 del mismo mes.

En cualquier caso, esta crónica se ciñe a lo acontecido en el RIATT donde llegué el Domingo 13 por la mañana tras soportar un atasco no muy largo la verdad y que en comentarios de los compañeros más asiduos a este evento era bastante más denso en otras ediciones. Por el camino cientos de señales te recordaban a cada instante hacía donde te dirigías y la verdad es que no sé si por ser mi “primera vez”, por mi natural impaciencia o por ambas cosas iba notando cierto aceleramiento interior fruto seguramente de saber que iba a poder realizar un deseo largamente acariciado.













Por fin alcanzamos Fairford aunque no fuimos de los más madrugadores ya que tras la paliza del día anterior en Duxford y posterior viaje nocturno alargado en el espacio-tiempo por ciertas controversias con el GPS anglosajón de nuestro medio de transporte  y correspondiente llegada de madrugada al hotel de estancia decidimos descansar un poco más para afrontar lo que se nos venía encima con algo más de energía.

El aparcamiento se realiza en las enormes plataformas de la Base desde donde ya se puede observar un prometedor paisaje de colas de aeronaves, banderas al viento y miles de pequeñas cabecitas sobre las cuales un Apache ejercitaba su display. En ese momento accedimos al recinto por la puerta verde (buscamos la naranja modelo “Aire”, pero no la había) y mostramos nuestras entradas, momento éste en el que conviene recodar que no existe venta de las mismas en taquilla, hay adquirirlas online y portarlas personalmente.









































A partir de este momento, todo se convirtió en un maremágnum de aviones militares de toda índole que se exhibían a lo largo de una inmensa y larguísima plataforma de estática que encaminaba nuestros pasos hacía la zona de observación más cercana a la pista en la cual estaban teniendo lugar los despegues y aterrizajes de cuantas aeronaves mostraban sus distintas exhibiciones en el cielo. En ese instante nos sobrevolaban los F-5 Tiger II de la Patrouille Suisse que hendían el cielo cual rojas agujas demostrando la versatilidad y capacidad aerodinámica  de este bello aparato más asombroso que nunca en manos de estos auténticos genios suizos. Patrulla que por cierto celebra durante este 2014 sus 50 años de existencia.Celebrado este aniversario los Tiger mostraban distintivos de tan redondo número.
















Para una mejor distribución de las entradas que componen el reportaje dedicado a este Festival he decidido dividirlo en un total de 10. Espero que os gusten tanto como a mí; con esa idea las comparto.


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